Explorará gran parte del Gran Norte Blanco durante su crucero por Canadá y Nueva Inglaterra, pero durante las excursiones en crucero por la ciudad de Quebec lo perdonaremos si por un momento cree que está en Francia. Si bien todo Canadá tiene cierta influencia francesa, nada se compara con la ciudad de Quebec, que es realmente como una parte de París al otro lado del Atlántico.
Asegúrese de llevar su cámara, ya que Quebec es simplemente una de las ciudades más hermosas para pasear. De hecho, todo el distrito de Old Town ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Los edificios antiguos y las calles adoquinadas que explorará durante las excursiones a la ciudad de Quebec son perfectas como postales en todo tipo de clima: se ven tan bonitas en verano como vestidas de blanco en invierno. Si alguna vez ha estado en Francia, es probable que tenga esa sensación de déjà vu.
La ciudad de Quebec es el destino perfecto si todo lo que quiere hacer es comprar y comer. Según Frommer's: “La cultura del café domina la ciudad de Quebec”. Siéntese a tomar una taza y disfrute de la belleza de Place Royale, o disfrute del recientemente revitalizado distrito de Saint-Roch.
Por supuesto, las excursiones a la ciudad de Quebec son mucho más que simplemente ir de compras y tomar un café en las tiendas. Diríjase al Château Frontenac para visitar uno de los edificios más históricos de Canadá, una antigua fortaleza que se ha convertido en un hotel. En el Parque de los Campos de Batalla aprenderá todo sobre la batalla de 1759, que convirtió el extenso campo verde en un monumento nacional.
Aventurarse fuera de la ciudad es igualmente gratificante. No se pierda las Cascadas de Montmorency, un impresionante grupo de cascadas que en realidad son más altas que otro famoso destino canadiense, Niagara. Si bien son mucho más estrechas y, por lo tanto, no tan impresionantes, sí merecen una visita.
